NOTA DE OPINIÓN

30.07.2018 10:50

Trabajo Práctico:

1. Leer el siguiente texto de opinión: 

docs.google.com/document/d/1Pp1kCg_oXQugZ-aJh9pzbpNNtPLAzhuKinNO5by8PoM/edit?usp=sharing

2. Respondé elaborando un texto breve: ¿En qué medio gráfico aparece? ¿cuál es el tema que se está tratando? ¿quiénes están involucrados?

3. Volvé a leer, esta vez prestando atención a cuáles son los argumentos o justificaciones, que emplean los que están a favor  y cuáles utilizan los que se oponen. Ordená la información, elaborando un cuadro en tu carpeta:


 

A FAVOR

SE OPONEN

Quiénes y sus argumentos:

Quiénes y sus argumentos:

 

Otra opción, pego el texto, porque a algunos les queda la hoja en blanco:

 

LA NACION | OPINIÓN

Gasoductos y ecología
 
12 de junio de 1998
 
La carrera de dos gasoductos por exportar gas a Chile ha generado una controversia entre la organización ecologista Greenpeace y el grupo Techint, por el impacto ambiental del gasoducto Nor-Andino sobre la selva de montaña salteña. Greenpeace dice que la obra acelerará la extinción de especies como el yaguareté. Su oposición al paso del gasoducto por la selva es reforzada con la difusión de una comunidad colla que también se opone a la obra en San Andrés, Salta.
 
Techint ha criticado el silencio ecologista sobre el impacto ambiental causado por el gasoducto Atacama, su competidor en este negocio. La empresa afirma, además, que la evaluación de su proyecto concluyó que los impactos ambientales directos de las obras serán insignificantes.
Sin embargo, un documento de la Fundación Vida Silvestre Argentina sobre los dos gasoductos en pugna señala que ambos están en falta con el medio ambiente. Sus principales impactos ambientales, según esta opinión, serán indirectos y ocurrirán por la expansión, a través de los caminos que acompañan a los gasoductos, de la deforestación, la caza ilegal y el manejo agropecuario desordenado.
 
Vida Silvestre plantea varios temas que no han recibido suficiente atención de las empresas ni de las autoridades. El principal es la urgencia de ordenar el uso de la zona de selva más sensible: la que aún conecta dos parques nacionales (Baritú y Calilegua). Para eso, la entidad impulsa la creación de un área protegida que asegure la permanencia de la selva y, a la vez, la difusión de modelos de uso sustentable de la naturaleza para los pobladores de la región. Como sólo el gasoducto Nor Andino atravesará esa zona, la fundación opina que quienes deben afrontar sus costos son Techint y sus socios.
 
Entre otros puntos, reclama que ambos gasoductos eviten pasar por áreas de valor natural que han sido legalmente protegidas. Sobre esta posición cabe acotar que si los gasoductos no pudieran, a esta altura, alejarse mucho para evitarlas, sus responsables al menos deberían acordar con las autoridades de las reservas involucradas las medidas especiales de mitigación y control que se aplicarán en ellas. Llama la atención, en este tema, el silencio demostrado hasta ahora por Salta y Jujuy, las provincias interesadas. De nada sirve que se luzcan creando reservas naturales si después no las defienden.
 
También resulta atendible el reclamo de poblaciones como Humahuaca, que esperan recibir una conexión del gasoducto Nor Andino para acceder a la red de gas y no depender más de la leña para calefaccionar sus hogares y escuelas. Este problema _que tiene efectos ambientales, sociales y sanitarios negativos_ tampoco ha recibido suficiente atención. Respecto de la oposición al gasoducto por parte de la comunidad de San Andrés, es de esperar que el sitio por donde pase se determine de común acuerdo con los pobladores.
 
Los gasoductos no son las únicas obras que pueden alterar nuestras selvas de montaña. Ya se encuentra en estudio una represa que inundará parte del Parque Nacional Baritú. La respuesta a estos impactos acumulados debe ser planificada en un contexto integrado: basar el desarrollo regional a expensas de que la naturaleza se pierda o se empobrezca es una actitud ciega, que elimina recursos actuales y futuros.
 
Merece un reconocimiento la actitud de la Fundación Vida Silvestre que ha hecho pública, una vez más, su constante preocupación, por los temas ambientales proponiendo soluciones factibles. Es de esperar que el Estado, las provincias y las empresas involucradas demuestren el mismo interés con hechos concretos. De no ser así, la imagen de seriedad ambiental que tratan de transmitir seguirá debilitándose, en sintonía con la degradación de la naturaleza argentina.